Algunos pacientes se ven obligados a permanecer en embarazo porque es imposible pagar la carga financiera de viajar fuera del estado.
Algunas personas se autogestionan sus abortos, fuera del sistema médico.
Otras toman la desesperada y costosa decisión de viajar cientos, o incluso miles de millas, para recibir los servicios de aborto que tanto necesitan y merecen.